Sea Egoísta un verbo, conjugue esta realción

Me encuentro confundida, un poco mareada y muy aterrada.
¿Por que?
Habernos conocido fue un pequeño tropezón: miras la piedra que intentó derrumbarte y la pateas.
Pero contigo es difícil.  El sólo pensar que día con día tengo que  hablar contigo, escucharte, mirarte... leer frente a ti;  me pone en un estado de catatónico.
Tragos y tragos de algo amargo llamado café intentan abrir mis ojos, esperando a que cuando esto suceda, la idea de que te haya conocido sea solo un sueño, pasajero.
 Lo  único que consigo es alterarme más.


El es inocente y me siento culpable. No le he hecho algún daño, aún no. Pero el haberlo conocido y haberle dicho mi nombre, marcó la sentencia que tendremos que cargar a lo largo de un gran tiempo.
Hasta que él caiga o yo.
Sea Egoísta un verbo, conjugue esta realción.


¿Ves cuán nerviosa estoy?
Las palabras salen sin ser procesadas, sin ser corregidas, titubeantes como aquella vez que te leí la historia de esos valores que quieren inculcarnos para luego contradecirlos... ver como representabas con dibujos todo lo que yo decía.
Incoherencia.
Intentas entender mis teorías, mejor vayamos a la práctica y terminemos esta oración.


Dibujame, desnudame en tu mente y traza en ese papel tus más profundos sentimientos: morbosos o inocentes.


En la travesía que va hacia un burdo destino, nos encontramos uno a lado del otro. Tu enemigo intentando sostener una conversación trivial, interrumpida frente a cada iglesia haciendo reverencia a sus Dioses.


Despedida.


Aqui vamos.
Caminando.
Mirando el suelo.
Esperando encontrar la misma piedra.
Recogerla y hacer patitos con ella.


¿Te das cuenta?








Para Charly.
Ya no quiero leer esas historias que te inciten a dibujar.
Me.






Gina

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