Problemas gástricos.

Que a este blog le agrego comida sólo cuando me voy a quejar y tengo la ira acumulada.

Historias de una cosa parte 1 y ultima.

Maria se lamenta haberse alejado. De ella se dice que ella es la mujer, la persona esa que cantan en todas las canciones "La que se fue, la que se va, que se quiere ir.. la desgraciada, a esa".

No se siente orgullosa de que le dediquen tantas canciones, que hablan de lo mismo. 

En realidad se siente fatal.

Cada vez que lo hacen, se arrepiente de lo que hizo, de la decisión que tomó y lo peor es que está consciente del infierno en el que se encuentra, entre la batalla de su ser y de lo que vive.

Que sabe que sin amor poca gente puede vivir feliz; pero, es su culpa. Sí. Admite que ella puso prioridad a su futuro, tan utópico y casi un mito, que a su presente que es de lo que vive.

Ahora la pregunta:
¿Y si muere?

Lejos de lo que en realidad ama, de aquel amor, de aquella familia, de aquel todo. 

Y muere en brazos de desconocidos, de un lugar que no es suyo.
Sabe que volver atrás es condenarse, es como cavar su propia tumba, tal y como lo hicieron aquellos judíos. Así.

No se siente entre la espada y la pared. Sabe que hay solución pero eso depende de sacrificar felicidad.
Que no sabe si sobrevivirá a tal caso, posiblemente. Pero no sabe en qué se convertirá.
En una mujer dura, mala, dictadora. Una malquerida.
Y vivirá sola, sin nada. Todo por sobrevivir.
¿De qué sirve?
De ejemplo, supongo.